Esta propuesta es una vía directa a la práctica musical en su forma más intuitiva, permitiendo desarrollar la expresión a partir de una experiencia de comunicación basada en códigos rítmicos de una manera lúdica y creativa a través de la amplia variedad de sonoridades que con la percusión podemos llegar a conseguir.

 

En este taller experimentamos con los ritmos que surgen del encuentro y de la escucha, de nuestro propio pulso, alimentado y enriquecido por el aporte de cada uno de los participantes.

 

De esta forma, desarrollamos la capacidad de escuchar al otro, el diálogo y la interacción del grupo, usando como medio la sensibilidad para descubrir las posibilidades que un instrumento de percusión nos puede ofrecer.

 

Cuando un tambor "llama" otro responde mientras los restantes generan el ambiente para que este diálogo se desarrolle.

 

Si tenemos en cuenta que el primer instrumento de percusión pudo haber sido nuestro cuerpo, junto a todas aquellas posibilidades que la naturaleza ofrece, ya sean ramas de árbol, piedras o cualquier elemento capaz de ser golpeado y que más tarde fueron incorporados los propios utensilios y/o herramientas de la cotidianidad doméstica, lo que estamos proponiendo es un ejercicio de "vuelta a las raíces" que nos conecta con nuestra mas primitiva capacidad de expresión musical.

 

Proponemos usar cualquier objeto capaz de darnos la posibilidad de emitir sonido, todo aquello capaz de sonar, ya sea golpeado, frotado, soplado, etc. puede ser un instrumento.

Por ejemplo: todo lo que hay dentro de una cocina sirve para hacer música.

Es así que animamos a los participantes a traer cualquier cosa de casa que nos de una posibilidad de expresión sonora.

Explorando las posibilidades de interacción que tengan estos objetos, se trabaja de forma colectiva en la improvisación.

Todos estos elementos, alternados en una performance colectiva con tambores, en caso de que los haya, nos transporta a una experiencia lúdico-sensorial que abre una amplia gama de matices a las posibilidades de expresión

En función de las edades encontraremos los ejercicios más adecuados a cada grupo, y siempre saboreando el proceso, como un juego, donde si bien es más importante el camino que el resultado obtenido se llegará a un estado de comunión grupal gracias al llamado tribal de la percusión.

 

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